Una auditoria cuestiona la continuidad de la agencia del poniente, que gestiona los centros de El Ejido, Almeria, y Loja por una deuda de 42 millones.
Las elevadísimas pérdidas de la Agencia Pública Empresarial Sanitaria Hospital de Poniente en los últimos años, que ha hecho acumular una deuda de más de 42 millones de euros a 31 de diciembre de 2015, apuntan a la «existencia de una incertidumbre sobre su capacidad para continuar con su actividad», según alertaba ya el informe de cuentas anuales, gestión y auditoría del ejercicio 2014.
El
informe de la empresa auditora no podía ser más concluyente, y eso que ese año
las pérdidas acumuladas ascendían a 'solo' 27,5 millones de euros, es decir, 15
millones menos que en 2015, por lo que las conclusiones de la auditoría de 2015
podría ser aún más devastadora para esta Agencia, en la que se incluyen los
hospitales de Poniente, en El
Ejido; El Toyo (Almería), y Guadix y Loja en
Granada.
La
situación económica de la Agencia es tan crítica que su equipo jurídico utilizó
los informes de cuentas y gestión y sus graves pérdidas para justificar ante el
TSJA el hecho de que dejara de pagar los excedentes de incentivos a sus 1.700
trabajadores desde 2011, como ya ha informado este diario.
Sin
embargo, el Alto
Tribunal Andaluz no
ha asumido esta justificación y la ha obligado a pagar a los empleados
alrededor de un millón de euros, correspondiente a los ejercicios de 2013 y
2014. Los representantes de los trabajadores afirman que al día de hoy
desconocen en qué ha empleado la Agencia este dinero, que debía ser utilizado,
afirman, exclusivamente para el pago de salarios.
El
informe económico aportado por la propia Agencia al TSJA alerta de que las
pérdidas se han disparado por encima de los 42 millones, mucho más del doble de
las de solo dos años antes, puesto que en 2013 eran de 18 millones. La mayor
parte este dinero, según estos informes internos, se adeuda a los proveedores
(más de 28 millones), aunque también es elevado el dinero que se debe a
entidades de crédito (seis millones), o al propio personal, por remuneraciones
pendientes de pago (3,8 millones). Por último, la deuda con otras
administraciones públicas asciende a 3,6 millones.
Si los
auditores venían a decir, ya en 2014, que la agencia estaba prácticamente en
situación de quiebra técnica y abocada al cierre, el fuerte incremento de las
pérdidas durante 2015 hace temer conclusiones aún más pesimistas, por mucho que
la Agencia se encuentre bajo el paraguas de la Administración andaluza.
El
ejercicio actual puede ser letal para sus cuentas, considerando que se han
sumado unos 80 nuevos puestos de trabajo del Hospital
de Alta Resolución de Lojasin que hayan aumentado los
presupuestos.
Los
auditores apuntaban en 2014 que pese a esta situación, practicamente de
bancarrota, «la directora gerente de la Agencia ha optado por formular las
cuentas anuales siguiendo el principio de empresa en funcionamiento, asumiendo
que la Junta de Andalucía aportará la financiación necesaria para continuar su
actividad». No obstante, advierten: «Esta cuestión no modifica nuestra
opinión».
Todos
estos datos pueden llevar a poner en evidencia el fracaso del modelo de las
agencias públicas sanitarias andaluzas, que fueron creadas precisamente para
modernizar la gestión, rentabilizar los hospitales y disminuir las pérdidas,
pero que, a la vista de los datos, no parecen estar cumpliendo su objetivo,
según las cuentas de la mayoría de ellas.
Y todo
ello a pesar de los fuertes reacortes llevados a cabo, que han provocado las
críticas y movilizaciones de los sindicatos. En cualquier caso, también queda entela
de juicio la gestión de la gerente Pilar Espejo
desde su llegada al cargo en febrero de 2014. Desde entonces se han disparado
las pérdidas.
A pesar
de la situación financiera de estos hospitales, la presidenta de la Junta,
Susana Díaz, está realizando una precampaña electoral basada en la
'reinauguración' de estos centros. Nada menos que once hospitales y
centros de salud ha 'inaugurado' en mes y medio, según aseguró el
jueves.
Su
positivo balance contrasta con la realidad vivida y denunciada en los últimos
años por los usuarios de todas esas infraestructuras, algunas de las cuales
llevaban ya hasta cinco años en funcionamiento con importantes carencias. Ése
es el caso, por ejemplo, de los Centros
de Alta Resolución de Loja (Granada)
y Alcalá la Real (Jaén). El primero fue inaugurado parcialmente en 2011. Las
instalaciones se abrieron sin los servicios de urgencia hospitalaria,
hospitalización de corta estancia, cirugía mayor hospitalaria y atención
especializada urgente pediátrica, otorrino, oftalmología, trauma, digestivo,
radiológica y ginecológica. Algunos de ellos tardaron cinco años en abrirse.
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