A final va a ser verdad que tenemos lo que nos merecemos, si hubiera tenido la maldita suerte de ser acompañante de uno de esos familiares escondidos, ya me habría escuchado el Consejero ya, como se aprovechan de la situación de las personas. Menuda pandilla se caraduras!
A final va a ser verdad que tenemos lo que nos merecemos, si hubiera tenido la maldita suerte de ser acompañante de uno de esos familiares escondidos, ya me habría escuchado el Consejero ya, como se aprovechan de la situación de las personas. Menuda pandilla se caraduras!
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